Conexión de líderes
Siempre hay una oportunidad para atender lo que sentimos y para poder generar grandes movimientos. Atenderse hacia adentro. Misión diaria y misión relevante. Para ello el vértigo no tiene lugar. Es que con él podemos ir rápido aunque a veces sin saber hacia dónde. Incluso aunque el camino esté delineado, aunque la función sea específica y muy clara, la rapidez no indica efectividad. Puede generar prontitud de un movimiento, pero si el mismo carece de razón, o se realiza automáticamente, el esfuerzo pierde sentido.
Atender lo que sucede. Atender lo que hoy está pasando. Atender quiénes lo hacen y cómo lo están haciendo. Atender qué nos cabe a nosotros. Atender necesita conexión. Necesita de la disposición a involucrarse. Atender requiere interés. Sin interés es complejo poder atender. Para que el interés exista debe haber motivos, argumentos que lo provoquen, que lo estimulen.
Si el interés es sólo personal, sus efectos serán limitados. Llegarán posiblemente a un grupo reducido, incluso es viable que ni siquiera a ellos lleguen. Cuando la atención está focalizada en una visión egoísta, el ánimo que la moviliza puede, en ocasiones, ser directamente proporcional al desinterés que puede provocar en los demás. Aunque aparezca una supuesta conexión entre quienes están involucrados, la desconexión real se presenta en las consecuencias que con el devenir horario comienzan a aparecer. Es que las personas se dan cuenta cuando el egoísmo está presente.
Conectarse con otros habilita a vivir gestos trascendentes. Cuando la conexión es genuina hay valores que florecen naturalmente. Resulta difícil pensar en conexiones que no sean auténticas, ahí tienen lugar las malas intenciones y no hay espacio para ellas.
Los vínculos conectados ayudan a superar cualquier bajón o tropezón, comprenden que en el transcurso del vivir hay piedras y también flores, pero que unas y otras pueden ser útiles y ambas ser valoradas. Al haber conexión grupal todo entusiasmo se fortalece y se multiplica. Si el otro está conectado y transmite ese estado, es posible que su entorno lo acompañe y se lo haga sentir.
Son las personas quienes se constituyen en sociedad y lo hacen en cada acto que comparten con los demás. La suma de acciones conectadas produce una multiplicación de conexiones que generan protagonismo en el seno social. La sociedad en que vivimos es la que construimos diariamente.
La sociedad necesita ciudadanos conectados. Es imposible lograr acuerdos de bienestar general cuando unos pocos los pregonan y muchos los ignoran. A veces aquellos que parecen estar conectados sólo persiguen intereses particulares, y detrás de una supuesta conexión grupal esperan el momento oportuno para lograr su cometido individual.
Cuando no hay interés hay desconexión. En una sociedad desconectada se encuentra insensibilidad, falta de memoria y también ausencia. Ante la existencia de estos y otros tantos efectos de la desconexión debe haber respuestas de quienes se sienten dispuestos a influir positivamente. Cada ciudadano es valioso y su apertura hacia su gente es vital para generar lazos de conexiones positivas.
La ciudadanía debe prestarse atención. Debe atender lo que se decide colectivamente. Debe atender lo que acontece en cada sector social y debe estar alerta para proteger en todo momento sus derechos. Un ciudadano conectado con su gente evita que su pueblo ingrese en el mundo de la desconexión. Hay que evitar la existencia de una sociedad de desconectados. Hay que estimular el desarrollo de los proyectos que impulsan el bienestar social.
Hay que quererse para poder conectarse. Cuando uno se aprecia uno trata de conectarse interiormente. Esa conexión genera el encuentro con virtudes y con defectos. Asumirlos es quererse. Y comprenderlos para avanzar es un lindo desafío. Sucede lo mismo a nivel sociedad, hay que querer a la sociedad en la que uno vive, quererla permite conectarse con la misma. Y esa conexión permite descubrir sus logros y también sus falencias, y facilita la relación con los otros que también interactúan de forma conectada y pregonan por el engrandecimiento de la misma.
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