Construir liderazgo
Cuando la decisión está amparada por la construcción, siempre hay una forma de consensuar su aplicación. Si nos encontramos bajo el mismo sueño nada puede impedir que nos pongamos de acuerdo en los temas centrales que permitirán su practicidad. Al querer crecer se abren las opciones para hacerlo. Para vivenciarlo hay que estar dispuesto y para eso hay que tener claridad acerca de lo que se quiere lograr. George A. Kelly (1905-1967), le aportó a las ciencias humanas la creación de la teoría de los constructos personales, con los cuales enseñó que cada persona construye y reconstruye constantemente la realidad de su ciclo vivencial.
Un constructo describe una realidad. La conceptualización psicológica de constructo lo enmarca como una categoría descriptiva bipolar que permite a cada individuo organizar las experiencias y los datos de la realidad. La base cultural de un ser humano se transforma en fuente de constructos en su vida. Kelly a las creencias las coloca en lo que denomina constructo nuclear, y considera que las mismas no se pueden cambiar fácilmente. Las creencias sostienen la vida y permiten darle un sentido. Así las personas pueden categorizar bipolarmente algo, y definirlo como bueno o malo, honesto o deshonesto, justo o injusto, social o antisocial.
Cuando nos involucramos en alguna actividad lo hacemos para construir. Este puede ser un constructo rígido para la teoría de Kelly, es que el mismo generaliza y pregona una idea que requiere de claridad absoluta, premisas requeridas por el investigador americano. Hacemos para construir. La elección constructiva impide su opuesto, no hacemos para destruir. Desde cualquier posición social podemos preguntarnos cuál es nuestra elección. Auto evaluar nuestro comportamiento requiere de nosotros una actitud atrevida a superar las barreras que pudieran existir. Kelly decía que si las creencias no están arraigadas ingresan al tipo de constructo periférico, donde la flexibilidad y la facilidad de cambio se caracterizan.
El desarrollo del proceso constructivo necesita de una enorme voluntad. El núcleo de creencias positivas vigoriza las actitudes que anticipan los acontecimientos por vivir. Si la predisposición trae consigo apertura y confianza hacia el otro es viable la concreción de lo que nos reúne. Kelly consideraba parte del proceso de los constructos personales al hecho de anticiparse a la experiencia. En esta etapa el valor de lo que uno quiere y cree tiene una fuerte implicancia en lo que vendrá.
El proceso de construcción y reconstrucción de la sociedad necesita del compromiso de todos los ciudadanos, mujeres y hombres que con sus aportes la edifican diariamente. El maestro George consideraba a esto como el paso en donde las personas pueden implicarse en los resultados. Al involucrarnos nos hacemos parte, fluye el valor de lo que nos impulsa hacia la realización de la causa aglutinadora. Aprendemos entre nosotros y nos fortalecen las razones que nos hacen sentirnos servidores en nuestro entorno. Esta etapa es la que nos permite encontrarnos con el evento, así la identificaba Kelly. Nos encontramos en acción y desde ese movimiento aportarnos al tejido social.
También podemos validar o invalidar lo anticipado y revisar constructivamente el sistema construido. Estos son los últimos dos pasos que enseñaba Kelly. Lo hizo para explicar los constructos personales que le dan vida a nuestra realidad. Podríamos preguntarnos, ¿qué realidad estamos construyendo?, ¿están nuestros constructos personales orientados a ser útiles a la sociedad? El proceso no tiene un punto final, siempre volvemos a crear y vivir ideas, expectativas, proyectos y anhelos que nos vinculan unos a otros.
Se conoce como constructo social, por otra parte, a la entidad que surge en un sistema construido por los integrantes de una sociedad. Los integrantes de dicho constructo se comportan como si esta entidad existiera, respetando ciertas reglas convencionales. El constructivismo social es la corriente de pensamiento que analiza los constructos sociales.
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