Deseos de liderazgo
Ante cada año nuevo todos deseamos que sea un tiempo maravilloso para nuestras vidas. Lo deseamos interiormente y lo manifestamos hacia los demás. Sentimos que la esperanza se hace presente. Se espera lo mejor. Se desea lo mejor. Jean-François Lyotard fue un filósofo francés (1924-1998), autor, entre otros libros, de “La condición postmoderna: Informe sobre el saber (La Condition postmoderne: Rapport sur le savoir, 1979)”. Lyotard les habla a los estudiantes de Propedéutica en la Sorbona, en un ciclo de cuatro conferencias, entre los meses de octubre y noviembre de 1964. El profesor se pregunta si es lo deseable lo que suscita el deseo o, por el contrario, el deseo el que crea lo deseable. Analiza si “la causalidad, lo deseable sería causa del deseo, o viceversa, que pertenece a una visión dualista de las cosas”, por ejemplo, si uno aprecia a una persona porque la misma es amable, o si es amable porque uno la aprecia. Lyotard sostiene que el deseo no pone en relación una causa y un efecto, sean cuales fueren, sino que es el movimiento de algo que va hacia lo otro como hacia lo que le falta a sí mismo. La sociedad se mueve hacia lo que siente que le falta, hacia lo que anhela conquistar, hacia lo que siempre desea alcanzar. El deseo social vive en cada movilización individual, en cada acción grupal, en donde hay personas hay deseos.
Cada tiempo representa una nueva oportunidad. Este momento puede ser el mejor, puede transformarse en hechos concretos que materialicen el imaginario colectivo. ¿Qué se necesita para cumplir los deseos?, para que esos sentimientos intensos se hagan realidad se necesita voluntad. Con expresarlos no es suficiente, pueden servir para entusiasmar o entusiasmarse aunque lo que se desea requiere de compromiso, dación, sacrificio y perseverancia. Los deseos pueden nacer en cualquier tiempo u ocasión, más su concreción exige constante dedicación.
El maestro Jean-François, que fue docente en la Universidad de París VIII (Vincennes, Saint-Denis), resaltaba que “lo otro está presente en quien desea, y lo está en forma de ausencia. Quien desea ya tiene lo que le falta, de otro modo no lo desearía, y no lo tiene, no lo conoce, puesto que de otro modo tampoco lo desearía”. Esta dualidad de presencia ausencia mueve los sueños de los hombres y mujeres que anhelan crecer. En el liderazgo siempre vive el deseo de mejorar, su presencia moviliza la existencia de aquellos dispuestos a evolucionar. Por otro lado, lo ausente hoy estimula el deseo de vivenciarlo mañana.
Hay ausencias que se ven, que paradójicamente están presentes, ¿cómo es posible que lo ausente esté tan presente?; las carencias sociales están a la vista, somos conscientes de lo que vivimos; ¡que los deseos movilicen hacia las victorias que generen disminuir paulatinamente las ausencias sociales!
“El movimiento del deseo hace aparecer el supuesto objeto como algo que ya está ahí, en el deseo, sin estar, no obstante en carne y hueso, y el supuesto sujeto como algo indefinido, inacabado, que tiene necesidad del otro para determinarse, complementarse, que está determinado por el otro, por la ausencia”, al decir de Lyotard. La realización del deseo requiere del otro, es en la humanidad del otro en donde el ser encuentra razones para realizarse. El otro necesita de nosotros, todos nos necesitamos. La carencia de deseos constructivos se visibiliza cuando el aprecio hacia la vida del otro no se hace presente.
La sociedad deseada se materializará a través de la vivencia en plenitud de la existencia de sus habitantes. No es una utopía, es un deseo que puede vivirse, para ello cada uno debe aportar lo suyo. La responsabilidad individual contribuye a la responsabilidad social. Todos desean augurios de prosperidad, que cada deseo esté acompañado de objetivos específicos, tiempos para verlos en marcha, tiempos estimativos para desarrollarlos, tiempos para que cumplan con el cometido y así nuevos deseos ingresen en el plano de la ejecución. Los deseos positivos encuentran su mejor aliado en las voluntades dispuestas a creer en ellos, a pregonar sus posibilidades, a tratar de verlos presentes en la realidad social.
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